El planeta Júpiter, se asocia al éter o akash. El éter es el elemento que permea la existencia. Por eso este planeta, el gran Gurú, se asocia a la capacidad de conexión y expandirnos. Júpiter retro, nos hará más cautelosos hacia donde estamos expandiendo nuestras creencias y cómo las estamos externalizando. Seremos más escépticos y con posturas menos convencionales .
El planeta Marte, se asocia al elemento fuego. Este elemento representa el impulso motor de la vida. Marte es el poder de accionar y tener coraje. Marte retro nos puede hacer más caótico en cómo expresamos el poder de la voluntad, de ser retraídos por épocas a impulsivos en otros momentos.
El planeta Mercurio, se asocia al elemento tierra. Mercurio es la gestión que hacemos para sobrevivir y generar recursos.Por eso Mercurio se asocia al dinero, al comercio, al marketing, a todo tipo de comunicación. Porque todas estas actividades nos ayudan a obtener los recursos para sobrevivir en vivir en la tierra. Un Mercurio retro, afecta las negociaciones y la manera en que nosotros nos “mercadeamos” en el mundo o la manera en que negociamos o gestionamos nuestro sustento y recursos.
El planeta Venus se asocia al elemento agua, que a su vez, este elemento se relaciona a las emociones y la capacidad de sentir. Venus retro, nos causa muchas inseguridades en externalizar la experiencia del amor.
El planeta Saturno se asocia al elemento aire. El aire se asocia a la capacidad de movernos, el movimiento genera energía y por ende conlleva trabajo físico o mental. Este elemento asociado a Saturno representa la capacidad de trabajar, de gastar energía, ponernos en movimiento para conseguir nuestras metas. Saturno retro, puede tener un movimiento caótico, de por momentos tener ganas y a veces no tener ganas. La constancia se vuelve incierta.
A pesar de que me he enfocado en lo negativo, los planetas retro en su lado positivo pueden internalizar las energías que representan con cierta profundidad dando capacidad en análisis. Por ende, con el tiempo estas energías pueden ser mejor canalizadas. Un Mercurio retro hace buenos escritores; Un Venus retro hace un buen terapeuta del amor y los sentimientos; Un Marte retro encuentra nuevas tácticas de pelear en las batallas de la vida; Un Júpiter retro busca nuevas miradas filosóficas y espirituales; Un Saturno retro puede encontrar nuevas formas de trabajar más eficiente.
Namasté.
Escrito por Claudia Peña David ©
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