El planeta Júpiter, manifiesta la energía del maestro y la sabiduría, también representa el elemento éter. Este elemento primordial es la esencia del espacio y es el contenedor de todas las formas posibles. Sin el espacio, no hay posibilidad de expansión, todo lo que necesita crecer, dejar entrar, unirse, llenarse de nueva información y experiencias, necesita espacio, que en esencia es éter. Mientras más densa la energía, más desconectados y limitados nos sentiremos. En cambio, mientras más sutil la energía, más aumentará la percepción de ligereza, sensación de tener espacio y a la vez sentirnos expandidos y conectados.
Se dice que en los ciclos de los tiempos, cuando reina la era de la luz o Satya Yuga, el elemento éter esta en su máxima expresión, es por esto que la consciencia del colectivo de la humanidad irradia la luz de la espiritualidad en todo su esplendor. En tiempos de oscuridad como Kali Yuga, la era que está ya finalizando en el momento presente, el elemento éter se encuentra en su mínima expresión, haciendo esto, que la consciencia de la humanidad tenga una visión muy limitada de la realidad.
A nivel astronómico, se explica que cuando nuestra galaxia está más cerca del centro galáctico, el sistema solar recibe más radiación, ayudando a incrementar la energía vital contenida en el espacio, este acercamiento al centro galáctico, siempre coincide con la época de luz Satya Yuga, por ende, un incremento del elemento éter. Es interesante que las galaxias gravitan alrededor de un “hoyo negro” o Black Hole, para nuestra galaxia el Black Hole es llamado Sagitario A.
En resumen, si no hay espacio no se puede crear, no nos podemos expandir, cuando tenemos espacio a nivel espiritual, mental, en nuestra percepción, somos un imán de atraer, tal cual lo hacen estos misteriosos hoyos negros que crean toda una galaxia gravitando a su entorno.
Namasté.
Escrito por Claudia Peña David ©
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